THE PICK: La comunicación no verbal es fundamental a la hora de contratar, te contamos por qué 🪄

Abbie Moraño

Behavioral Scientist and Expert Advisor.

Escrito por la Dra. Abbie Maroño, científica conductual y asesora experta.

Durante las últimas décadas, tanto investigadores como asesores han hecho grandes avances en el estudio de la influencia de la comunicación no verbal sobre los juicios que hacemos de los demás y sobre cómo nos juzgan ellos también a nosotros. Estas averiguaciones son de un valor incalculable en el ámbito de las relaciones laborales y la selección de personal.

Por ejemplo, sabemos que durante una entrevista de trabajo, el comportamiento no verbal del solicitante puede afectar a la imagen que proyecte acerca de su confianza, competencia, fiabilidad y empleabilidad; lo que a su vez afectará al resultado de la entrevista. Sin embargo, no sabemos tanto sobre el importantísimo efecto que tiene el comportamiento no verbal del reclutador. De hecho, se ha demostrado que las habilidades de comunicación no verbal de los reclutadores afectan directamente a la percepción que el candidato tiene de la empresa, además de influir en la probabilidad de que este acepte cualquier oferta de empleo a posteriori.

Evidentemente, es importante para las organizaciones y los profesionales comprender el impacto de la comunicación no verbal a lo largo de todo el proceso de reclutamiento para aplicar las prácticas idóneas. Aunque pueda parecer que esto solo abarca las interacciones en persona, las decisiones a la hora de contratar también dependen de la comunicación no verbal antes de la entrevista, así que empezaremos por esta.

Comunicación no verbal antes de la entrevista

Piensa en cómo se reclutó a tus empleados actuales: ¿fue a través de redes sociales para profesionales como LinkedIn o Slack? Si fue así, eso quiere decir que antes de cualquier interacción en persona, se pudo acceder a una fotografía del solicitante, normalmente un retrato profesional en primer plano.

¿Por qué podría ser problemático esto para la selección de candidatos? Según las investigaciones, los reclutadores consideran más empleables a los candidatos más atractivos en comparación con los menos atractivos, basándose en la imagen que pueden ver en su perfil online, o en la fotografía incluida en su currículum. En consecuencia, los solicitantes más atractivos físicamente tienen más probabilidades de obtener una entrevista de trabajo. Lo que es más: incluso la expresión facial del candidato posando puede influir sobre los criterios de empleabilidad. Los candidatos que aparecen sonriendo suelen percibirse como más competentes que quienes aparecen con una expresión neutra o pensativa. En mis propias investigaciones he observado que unos ligeros ajustes en la emoción que muestra el retrato de un individuo puede tener consecuencias en el mundo real a la hora de contratarlo. Por tanto, aunque puedas pensar que tu selección de candidatos se basa en cálculos lógicos relacionados con su experiencia y sus cualificaciones, ahora sabemos que esto no siempre es así.

Por supuesto, esto no quiere decir que debas dejar de reclutar a través de redes sociales, más bien es un recordatorio de que el proceso de selección de candidatos puede verse influido por factores no verbales, aunque estos parezcan irrelevantes. Por ello, al descartar o contactar con un candidato, párate un momento a pensar en todos los factores que pueden estar influyendo en tu decisión.

Ahora que hemos cubierto la comunicación no verbal previa a la entrevista de trabajo, vamos a pasar a la entrevista en sí. 

Entrevista de trabajo

Percepción de fiabilidad

Determinar la fiabilidad de un candidato es uno de los objetivos más importantes para una empresa de selección de personal de alta calidad, pero también es el que supone un reto mayor. La confianza es un factor especialmente importante, porque la fiabilidad es una de las primeras cosas que juzgamos en los demás, y lo hacemos en menos de un segundo al ver la cara de una persona. Estos juicios además son resistentes al cambio aunque se nos presente información contrapuesta sobre la fiabilidad de una persona. Por tanto, es crucial que los reclutadores sepan cómo hacerse una primera impresión basándose en la fiabilidad.

"¿Cómo lograrlo? Empieza con una sonrisa".

Los candidatos consideran más amables, cercanos y fiables a los reclutadores que sonríen que a los que no lo hacen. Las pruebas neurológicas han demostrado que esto funciona porque cuando observamos una sonrisa se libera en el cerebro un neurotransmisor llamado oxitocina y esta, a su vez, reduce la ansiedad suprimiendo la respuesta de estrés (también conocida como reacción de lucha o huida). Esto resulta especialmente importante durante la entrevista de selección, porque los candidatos inevitablemente estarán nerviosos y te interesa que estén tranquilos y cómodos. Si una simple sonrisa es capaz de reducir su ansiedad a la vez que aumenta la percepción de fiabilidad, no hay excusa para no recibirlos sonriendo.

Además, gran parte de lo que deducimos sobre la personalidad de alguien se basa en su expresividad emocional. Los rostros que muestran una expresividad emocional positiva, como por ejemplo sonreir y elevar las cejas, se relacionan con impresiones de fiabilidad; mientras que los rostros que muestran una expresividad negativa, como los que fruncen el ceño, se relacionan con impresiones de intenciones negativas y poca fiabilidad. Sin embargo, aquí es importante tener en cuenta que buscamos emociones que resulten coherentes con las circunstancias y cuestionamos la veracidad y fiabilidad de los demás cuando son inconsecuentes. Por tanto, aunque una expresión positiva en general hace sentirse cómoda a la gente, la emoción debería corresponderse con el contexto (es decir, si un solicitante te está contando que ha tenido un día duro, la empatía resulta más apropiada que una sonrisa).

Del mismo modo, a menudo he coincidido con líderes que pensaban que poner "cara de póquer" era lo más apropiado para realizar una entrevista, porque de ese modo "no dejaban entrever nada". Hay que decir que esta no es la actitud más efectiva. Si no lo conoces, este es buen momento para que busques en Internet el "experimento con la cara inmóvil" y verás exactamente a qué me refiero. Los rostros carentes de expresividad emocional pueden provocar incomodidad y reducir la impresión de fiabilidad, lo cual es algo que debemos evitar. Recuerda: el objetivo es inspirar confianza y conexión, no incomodar.

Desarrollar la conexión

Posiblemente, uno de los modos más sencillos para aumentar la conexión con un solicitante es mostrar que estamos interesados en lo que tenga que contar y que estamos prestando atención. Por tanto, es importante dar muestras no verbales de interés, como inclinarnos hacia él o ella y orientar nuestro cuerpo en su dirección, especialmente mientras habla. Cuando orientamos el cuerpo en dirección a la persona con quien estamos interactuando, comunicamos atención e interés, mientras que orientar el cuerpo en otra dirección comunica desinterés y desconexión. Por ello, no es de sorprender que al orientarnos hacia un entrevistado este perciba calidez y competencia, mientras que al apartarnos de él y encorvarnos este pueda percibir frialdad.

Ni que decir tiene que como reclutador tendrás que asegurarte de poner al día tus habilidades de escucha. Por supuesto, esto no es simplemente quedarte en silencio mientras el solicitante habla: la escucha activa implica transmitir interés y atención dando las indicaciones no verbales apropiadas. Por ejemplo, mantener un buen contacto visual, asentir con la cabeza para hacer ver que sigues la conversación y abstenerte de interrumpir. Si quieres hacer ver que estás escuchando, estos comportamientos son más que recomendables: son esenciales.

Cada uno de los comportamientos que he descrito arriba se ha estudiado directamente en el contexto de las entrevistas de trabajo, con lo que se ha demostrado que los solicitantes tienen una percepción más positiva del reclutador y es más probable que acepten la oferta de empleo cuando este utiliza estas indicaciones no verbales. Por supuesto, esto también funciona a la inversa: la ausencia de estas indicaciones aumenta las percepciones negativas sobre el reclutador y las suposiciones negativas sobre la organización. Por tanto, tener en cuenta tu orientación corporal y dar indicaciones de que estás escuchando activamente puede ayudarte a desarrollar la conexión, mejorar las probabilidades de éxito del solicitante y hacer que los solicitantes se sientan validados.  

Imitación no verbal

Para completar nuestro repaso a la comunicación no verbal, no podemos olvidarnos de mencionar la imitación no verbal. Esta puede definirse grosso modo como la tendencia a imitar a la persona con quien estamos interactuando. Por ejemplo, si la persona A está de pie con la mano en la cadera, puede que la persona B adopte la misma postura. Aunque esto pueda parecer simple, la imitación es una potente herramienta que puede usarse estratégicamente para reforzar los vínculos sociales y fomentar las relaciones. Varios investigadores, entre ellos yo misma, hemos demostrado que existe un vínculo directo entre la imitación y el caer bien, lo que demuestra que las personas que imitan a aquellas con quienes interactúan dan una impresión más positiva, además de inspirar más confianza que quienes no lo hacen. 

Además, la imitación no verbal aumenta la cooperación y hace que obtengas más información de tu interlocutor. Teniendo en cuenta que la finalidad de una entrevista es obtener toda la información posible sobre un candidato para poder tomar una decisión fundamentada sobre su empleabilidad, la imitación no verbal resulta una herramienta especialmente potente para reclutadores.

Aplicar el conocimiento

Cuando se trata de poner en práctica lo que sabemos, el objetivo es incorporar estos comportamientos como parte de nuestro repertorio conductual natural, más que intentar controlar conscientemente la impresión que damos durante las entrevistas. Esto se debe a que los humanos somos sensibles a la autenticidad, y se nos da muy bien detectar conductas que no parezcan naturales. También hace falta mucha energía cognitiva para controlar atentamente las expresiones poco favorables mientras intentamos aplicar conductas intencionadamente, lo que nos distrae de lo que se está diciendo.

Pero ¿cómo podemos automatizar la comunicación no verbal efectiva? Como con cualquier habilidad: mediante la práctica constante. Para dominar cualquier habilidad hacen falta mucho tiempo y práctica consciente, y lo mismo sucede con la comunicación no verbal. Te aconsejo que te acostumbres a observarte practicando ante un espejo, a grabarte hablando para analizarte y a practicar con amigos y familia. También hay muchas estupendas herramientas virtuales a tu disposición, que te proporcionarán información detallada sobre tu presencia no verbal.

En resumen: teniendo en cuenta la importancia crucial de la comunicación no verbal durante todo el proceso de reclutamiento, el desarrollo de la inteligencia no verbal y la desenvoltura con esta habilidad ayudará a los reclutadores a aumentar enormemente su eficiencia a la vez que siguen las prácticas más recomendables durante la selección de candidatos.

Dr. Abbie Maroño,
PhD, Behaviour analysis and Psychology
Director of Education, Social-Engineer, LLC
www.abbiemarono.com
www.social-engineer.com